viernes, 23 de febrero de 2018

La preparación antes de una competición

En esta entrada os voy a hablar de la importancia de la preparación previa a una competición, no solo físicamente, sino también mentalmente.

Cuando vas a competir los nervios están a flor de piel, por lo que es importante tener un método para controlarlos en cierta medida y así tener un mejor rendimiento. Cada persona es un mundo, así que cada uno tiene que encontrar su propia manera de relajarse.

Personalmente, lo que me ayuda es escuchar música y desconectar de todo lo que me rodea. Cuando caliento antes de una competición, me pongo mis cascos con la música a todo volumen y me aíslo del resto del mundo. Caliento a mi propio ritmo, intentando evitar el agobio que me produce que alguien esté encima de mí, ya que me mete mucha presión.

En mi caso, como después de cada combate tengo que esperar un tiempo bastante prolongado para el siguiente, lo que hago es tumbarme en el suelo, ponerme los cascos otra vez y cerrar los ojos. Estoy así un tiempo para descansar de la fatiga del combate anterior y relajarme. Después, me preparo para el siguiente combate haciendo algunos ejercicios que no me causen mucho cansancio.

Para poder hacer esto tuve que competir durante muchos años, ya que al principio todo era muy nuevo para mí y no sabía qué hacer. Necesitaba que me dijeran cuándo debía empezar a calentar, qué ejercicios hacer y durante cuánto tiempo. Con el paso del tiempo me fui acostumbrando a mi cuerpo, así que ya empecé a controlar cuánto tiempo de calentamiento necesito, cuánto tiempo de ejercicios de flexibilidad...

Otra cosa a la que me acostumbré durante el paso de los años es al tiempo de espera entre combate y combate. Cada combate dura una media de entre 10 y 15 minutos, dependiendo del tiempo que se establezca para cada asalto y teniendo en cuenta las reclamaciones de puntos. Sabiendo esto, aprendí a calcular cuánto tiempo tengo más o menos hasta que me toque, aunque tengo que estar preparada para cualquier tipo de imprevisto, ya que a veces hay bajas y los combates duran menos tiempo o el equipo da problemas y se retrasa todo hasta el punto de que te cambian el combate de tapiz.

Dada mi experiencia en este tipo de situaciones, puedo decir con toda seguridad que una buena preparación física previa ayuda mucho como base, pero si no estás preparado/a mentalmente no sirve de nada. Particularmente, ha habido competiciones en las que no estaba en mi mejor forma física, pero al poder calmar mis nervios con el método que anteriormente he mencionado, he llegado a hacer los mejores combates de mi vida a pesar de no estar en las mejores condiciones. Una buena fortaleza mental ayuda mucho a mejorar tus habilidades.

Aparte de este tema, quiero comentar lo importantes que me parecen las competiciones, ya que aprendes muchas cosas nuevas tanto de los demás, de tus adversarios/as y compañeros/as, como de ti misma/o. Una competición es una experiencia que te ayuda a crecer como deportista y como persona, además de que te ayuda a superar tus límites. La adrenalina y la situación en la que te encuentras te hacen llegar más allá de lo que llegarías normalmente, y no dar el 100% de ti misma/o, sino el 120% o más.

Algo que también te aportan las competiciones, sobre todo de deportes como el taekwondo que se basan en el respeto y el autocontrol, es a saber ganar y perder. Esto me parece muy importante porque no por ganar eres la/el mejor ni por perder eres la/el peor, tanto si ganas como si pierdes debes de seguir dándolo todo, ya que si ganas un día puede llegar alguien que te supere, y si pierdes siempre puedes mejorar y ser esa persona que un día derrote a la que gana.




viernes, 9 de febrero de 2018

Una semana en la nieve

Del  28 de enero al 2 de febrero hemos hecho una excursión a la nieve, donde aprendimos a hacer snowboard. A pesar de todas las horas de viaje, esta ha sido una experiencia muy gratificante y enriquecedora, ya que pude aprender algo nuevo con algunos/as de mis compañeros/as de clase. A continuación os hablaré de la organización del viaje.

Para empezar, como solo éramos diez alumnos/as del curso de TSAFD, fuimos en un bus con los de tercero de la ESO para así reducir costes. Fue un viaje de muchas horas, por lo que cuando llegamos a Jaca estábamos bastante cansados/as; aún así, antes de ir al hotel, pasamos a recoger el material que necesitaríamos durante la semana: el casco, las botas y la tabla de snow.

Por las mañanas teníamos que bajar a desayunar a las 7:45 ya cambiados para subir al bus a las 8:30, que nos llevaría a la estación de esquí. Normalmente llegábamos allí entre las 9:00 y 9:30, cogíamos nuestras cosas y teníamos tiempo libre para practicar por nuestra cuenta hasta las 12:30 que empezaba nuestra clase de snow. Teníamos dos horas de clase por la mañana y una por la tarde, la cual empezaba a las 15:30. La comida era a las 14:30. Al terminar la clase de snow de la tarde, dejábamos el material en las jaulas y subíamos al bus para volver al hotel. Una vez en el hotel, teníamos tiempo de ducharnos y dar un paseo por Jaca antes de cenar.

Algo que agradezco es que en el curso de snow nos haya tocado a todos juntos con el mismo profesor, ya que así la experiencia es más divertida. Los primeros días hubieron bastantes caídas, pero aprendimos a controlar la tabla a un ritmo bastante rápido y, el último día, subimos a las sillas todos juntos y bajamos por pistas azules e incluso rojas.

Como cerca del hotel había una pista de patinaje sobre hielo, el penúltimo día aprovechamos para ir a patinar. Por precaución, aquellos/as que no sabían patinar no entraron a la pista para evitar lesiones. Fue un día bastante completo, e incluso después de cenar fuimos a tomar algo con Ricardo.

El último día solo pudimos dar las clases de la mañana, ya que después tendríamos un largo viaje por delante. El viaje de vuelta fue peor, ya que nos llevó más horas que el de ida debido a la nieve y estábamos bastante cansados. Además, ese viaje implicaba volver a la rutina.

Con lo que yo me quedo de esta experiencia es con el hecho de tener la oportunidad de probar algo nuevo con compañeros/as excepcionales, a los/as cuales pude conocer mejor durante esa semana. Ir con compañeros/as es mucho más divertido que ir solo/a a esquiar o a hacer snow, ya que puedes vivir la experiencia de otra manera. Esta actividad me ha enriquecido no solo como deportista, sino también como persona y futura técnica deportiva.

La preparación antes de una competición

En esta entrada os voy a hablar de la importancia de la preparación previa a una competición, no solo físicamente, sino también mentalmente...